Páginas

domingo, 5 de enero de 2014

Este roscón no es de reyes

Este roscón es de mi sobrino M., que cumplió ayer 2 años y sopló las velas en él (varias veces, a petición del interesado).
No fue un roscón perfecto (se me quemó un poco la base... ejem) pero sí uno hecho dedicando mucho tiempo y cariño. Dudaba si publicarlo, por esto y por la saturación de recetas de roscón que hay en los blogs de cocina, pero como dije en otras ocasiones, siempre viene bien dejar escrito cómo se hizo para recordarlo la próxima vez. La receta es la que hizo Ibán Yarza en Robin Food, aunque con pequeñas modificaciones (básicamente un poco más de azúcar, unos 90 g., y una primera fermentación larga en la nevera, toda la noche). 
La receta es fácil, aunque hay que tener en cuenta algunos detalles, muchos ya los cuenta Ibán en el programa: 
· usar harina de fuerza
· no añadir el líquido de golpe, para ajustar la consistencia
· usar agua de azahar natural, de calidad (yo compré la de Luca de Tena en una farmacia, es cara pero merece la pena)
· amasar bastante rato (esta vez sí que eché de menos la Kenwood)
· poner la mantequilla fría y siempre al final del amasado (si no queremos encontrar una masa realmente pegajosa... creedme, sé de lo que hablo)
· desgasificar bien y dejar que la masa se relaje 10-15 minutos antes de formar el rosco, para que sea más fácil
· por último, hacer un segundo levado prolongado, para que la masa crezca bastante y no se abra después en el horno; yo iba un poco pillada de tiempo y no pude esperar más, así que se abrió un poco donde había fruta. Le hubiera venido bien una horita más:
A pesar de ello la miga estaba muy tierna, más de lo que yo esperaba. La sorpresa la puse una vez horneado, abriendo un pequeño hueco por abajo con cuidado. Se puede servir tal cual, o rellenarlo con nata o lo que más nos guste, si se va a consumir pronto. Yo puse aparte nata montada, para que cada uno se sirviera. No hicimos chocolate, pero estoy segura de que con tanta naranja hubiera ido muy bien. El trocito que quedó lo guardé cubierto con papel film, y esta mañana en el desayuno estaba estupendo.
-----
No le he hecho mucho caso al blog últimamente, aunque paradójicamente una de las razones es que han sido las fiestas en las que más he cocinado; mi madre es la jefa de la cocina como siempre, pero nos va dejando hueco a mi hermana y a mí que cada vez nos vamos involucrando más en los menús de los días festivos y aprovechamos para experimentar un poco y probar cosas nuevas. Ha sido estupendo estar las tres metidas en la cocina; aún nos falta un poco de organización, pero hay algo entrañable en eso de preparar una gran comida en equipo. Sobre todo, cuando al final las cosas salen bien y los comensales lo disfrutan, aunque tú llegues a la mesa tarde y totalmente acalorada de estar al lado del horno encendido. 
También es estupendo, una vez que pasa la fiesta, poder seguir comiendo días después de las sobras. Esta vez, de una tanda de caldo que se hizo para una sopa de cebolla hubo sobras suficientes de carne para repartir y preparar con una parte una bechamel, verduras para una rica crema, y aún sobró caldo para congelar o preparar alguna cena ligera. Lo mismo con la presa al horno, que al día siguiente mi madre transformó en otra receta con una salsa de cebollas y setas, o las patatas al gratén que hizo mi hermana y que el día después todavía comía mi padre con fruición. De las vieiras con azafrán de mi madre no quedó nada. 
Una pena que no haya fotos de nada para publicarlo, pero estábamos muy ocupados disfrutándolo. Espero que este año haya muchas comidas así, para todos.

1 comentario:

  1. Este año yo también he hecho la receta de Ibán. Hice una prueba ayer a ver qué tal quedaba, y hoy tengo uno grande y uno pequeño a punto de meter en el horno, y la masa del de mañana levando despacio en la nevera para hornear a primera hora de la mañana.

    Besos.

    ResponderEliminar

¡Gracias por visitar el blog y por dejar un comentario! Siento no dejar comentarios a usuarios anónimos (me llega mucho spam) pero a todos los que leéis el blog y me dejáis unas palabras, y también a los que no, muchas gracias.