Porque no todo va a ser potaje de espinacas y bacalao: hoy fui al mercado y vi que las almejas tenían buen precio, así que he preparado un potaje de lujo.
Es un guiso bastante sencillo en realidad, que hasta se puede preparar en una versión con garbanzos ya cocidos si lo queremos hacer más rápido. El truco, como siempre, es usar buenos ingredientes y poner un poco de paciencia.
Por si alguien quiere las cantidades, para 2 personas (como plato único) he usado:
-aproximadamente 200 gramos de garbanzos, puestos en remojo el día antes.
-250 g de almejas (pueden ser chirlas, mejillones...)
-1/2 cebolla
-1 o 2 dientes de ajo
-1 pimiento italiano
-2 tomates (yo usé de conserva)
-1 hoja de laurel
-aceite de oliva
-1 poquito de vino blanco
-perejil fresco picado
Por un lado se cuecen los garbanzos con una hojita de laurel (en mi caso unos 19-20 minutos en olla rápida). Por otro se hace un sofrito de verduras; se juntan ambas cosas y se dejan cocer juntas otros 10 o 15 minutos, o el tiempo que necesiten los garbanzos para terminar de hacerse. Por último se abren aparte las almejas con un poquito de vino blanco, y se añaden justo al final, colando el caldo.
Algunos pequeños trucos: usar garbanzos de calidad, españoles (si son pequeños o grandes va al gusto). Una vez cocidos los garbanzos, retirar y reservar parte del caldo; así, si una vez añadido el sofrito nos queda muy espeso, entonces se puede usar ese caldo para corregir. Hay que preparar el sofrito con cuidado, sin que se queme, y dejar las almejas el tiempo justo para que abran, no más. Con todo esto es difícil que no quede un guiso rico.
A partir de ahí se puede improvisar: poner más o menos verduras, u otras diferentes; cambiar el perejil por cilantro u otra hierba... lo que sea. Pero hay que cocinar legumbres, muchas y bien; comerlas y disfrutarlas. Y sobre todo ir al mercado a mirar, curiosear, a aprender y a comprar.