martes, 29 de diciembre de 2009
Crumble de manzana con crema de mascarpone
lunes, 7 de diciembre de 2009
"Pain de mie", mermelada de madroños y regalos
martes, 1 de diciembre de 2009
Pan de cerveza
viernes, 27 de noviembre de 2009
Croquetas de jamón con trucos
lunes, 23 de noviembre de 2009
Comiendo y bebiendo en la Rioja y Navarra
P.D.: Por cierto, para los que se animen a hacer visitas a bodegas, un consejo: id bien desayunados, porque pueden prolongarse mucho, y entre el vinito y el estómago vacío acaba una fatal...
domingo, 15 de noviembre de 2009
Mermelada de mango y membrillo y direcciones nuevas
jueves, 12 de noviembre de 2009
Sopa de tomate
martes, 10 de noviembre de 2009
Repápalos
martes, 3 de noviembre de 2009
Canja de galinha
jueves, 29 de octubre de 2009
Las lentejas de mi abuela (y las otras)
miércoles, 21 de octubre de 2009
Patatas asadas con salmón y aguacate
Para dos personas, hacen falta:
-2 patatas grandes, o 3 medianas -1 aguacate -1 rodaja de salmón fresco -unas gotas de limón -1 diente de ajo -sal, aceite de oliva -hierbas al gusto (cilantro, cebollino, eneldo...)
Lo primero es poner a asar las patatas, limpias y bien frotadas con aceite, sal y ajo machado (se puede preparar un majado en el mortero y untarlas con él). El tiempo de asado depende del tamaño de la patata, del horno o de si se ponen en papel de aluminio, pero para unas patatas grandes rondará los 40 min. Cuando falten 10 o 15 minutos se prepara la crema de aguacate machacando con un tenedor la pulpa con sal, unas gotas de limón y un hilo de aceite. Por último preparamos el salmón a la plancha con un poquito de aceite (o en el horno, aprovechando el calor de las patatas). Cuando lo tenemos todo listo se monta el plato cortando las patatas por la mitad y poniendo sobre ellas la crema de aguacate y lascas de salmón. Se termina espolvoreando alguna hierba y regando con la salsita que haya soltado el salmón.
jueves, 15 de octubre de 2009
Pasta con almejas
miércoles, 14 de octubre de 2009
HEMC # 37 - Tiras de pollo con cacahuete
viernes, 9 de octubre de 2009
La despensa de los blogs: dulce de membrillo
Limpié y cepillé los membrillos hasta que desapareció la pelusa que los cubre. Entonces los puse enteros a cocer, unos 20-30 minutos o hasta que se empieza a agrietar la piel y se pueden pinchar bien con un tenedor. Entonces se trocean y se quitan las pipas (y la piel, si se quiere, yo se la dejé). La pulpa que resulta se bate o pasa por un pasapurés, se pesa y se añade la misma cantidad de azúcar (yo puse algo menos) y un poquito de zumo de limón (optativo). Se pone la mezcla a hervir removiendo frecuentemente, y se deja a fuego lento entre 30-40 minutos o hasta que ha espesado y ha comenzado a cambiar de color.
Sobre cuándo había que retirarlo había varias teorías: que si cuando se empieza a despegar del fondo del cazo, que si cuando la cuchara se mantiene de pie, que si se pone un poco en un plato y se mira si espesa... yo para variar lo he hecho por intuición y probando de sabor, habrá estado unos 40 minutos y ya me parecía que había espesado mucho, aunque se oscureció poco. Entonces se vuelca en un molde, se deja enfriar y se guarda 48 horas para que espese del todo antes de utilizarlo.
Como se puede ver quedó más claro que el comercial, creo que si se pone azúcar moreno coge un tono rojizo, habrá que probar. Eso sí, el sabor no tiene nada que ver, aunque los que venden están buenos éste tiene un sabor a fruta que ya no queda en el industrial, suave aunque un poquito ácido, está muy rico. Aunque aun le falta reposo, yo no he podido evitarlo y me he hecho una "cata" con lo que quedó pegado al cazo y un poquito de brie...
¿Y mi despensa? Pues aquí está... mi cocina es muy, muy viejecita, al principio no me gustaba pero ahora me encanta, sobre todo porque aquí es donde realmente he aprendido a cocinar. En la foto se ve sólo una parte de la despensa, con mis poquitas conservas (salsa de tomate, mermelada de pimientos y tomates en aceite), algunos de mis ingredientes para los experimentos orientales y, abajo, la "balda del pan", con las harinas y las semillas.
P.D.: Edito para contar que, tras el reposo, el dulce había cuajado mucho más, por lo que os recomiendo que no os obsesionéis con espesarlo demasiado, el membrillo tiene tanta pectina que espesa muy fácilmente. La próxima vez voy a dejarla un poquito menos, para buscar una textura más parecida a la mermelada.
jueves, 8 de octubre de 2009
HEMC # 37 - Tosta de rebozuelos y huevos de corral
viernes, 2 de octubre de 2009
Pasta "al nero di seppia" con langostinos
viernes, 25 de septiembre de 2009
Tarta de calabaza y almendra
¡Ah! En cuanto al acompañamiento, es tan fácil como batir un poco de queso de untar con un poco de azúcar y ralladura de limón, pero también puede ser nata batida, yogur griego, etc.
miércoles, 23 de septiembre de 2009
Pak choi salteado con soja y sésamo - HEMC 36
jueves, 17 de septiembre de 2009
Crema de calabaza con curry (... y llega el otoño)
Caballa en vinagreta (el verano se va...)
El primer día nublado una no se lo cree, "mañana seguro que vuelve a hacer bueno, son sólo unas nubes", etc. Cuando ya van unos cuantos días, y por la noche te tienes que echar una manta por encima, el desconcierto deja paso a una especie de indignación, como si te hubieran quitado un trozo de verano o algo así. Pero no, parece que el verano se va del todo... así que lo despido con el sabor del pescadito azul y con el del picadillo, que tanto me recuerda a las ensaladas de verano de mi abuela.
Ha sido más fácil de lo que yo creía, así que intento repetir las instrucciones de mi hermana:
miércoles, 16 de septiembre de 2009
Albóndigas con salsa de azafrán
miércoles, 9 de septiembre de 2009
Patatas con salvia
martes, 8 de septiembre de 2009
Pan de sémola 100%
Para dos barras pequeñas, utilicé:
-150 gr. de masa madre blanqueada -425 gr. de sémola de trigo duro -275 gr. de agua -1 cucharadita de sal -sésamo para cubrir
Lo demás, como siempre: mezclado de harina, agua y masa madre, media hora de autólisis, amasado, 3 horas de fermentación y una más tras el formado de las barras. Creció mucho, sobre todo en el primer levado y en el horno, en el que, como ya dije, estuvo más tiempo de lo habitual (unos 15 minutos a 250º y aproximadamente otros 35 o 40 a 200-220º, más o menos) porque la corteza se tostaba muy lentamente.
Lo que más me ha sorprendido es que, pese a ser una masa bastante hidratada, fue muy fácil amasarla, muy pronto empezó a despegarse. ¡Me ha encantado! Tengo muchas ganas de probar a hacer pasta fresca con ella, algo que siempre me ha parecido muy difícil.
Y aquí, los dos kilos de sémola que traje de Sicilia, y que milagroamente pasaron el control en el aeropuerto. Como se puede leer, "per pane tradizionale, pasta fresca e pizze".