Pues eso, otra receta de reciclaje para la comida tardía del domingo. He usado, por comensal:
-4-5 colas de langostinos, cocidas y peladas
-1 patata mediana, cocida o asada
-1 quesito fresco pequeño (o uno grande, si son varias raciones)
-un puñadito de tiras o trocitos de pimiento rojo
-aceite, sal, vinagre de módena, perejil
domingo, 27 de febrero de 2011
Ensalada de langostinos, patatas y pimientos
Pues eso, otra receta de reciclaje para la comida tardía del domingo. He usado, por comensal:
-4-5 colas de langostinos, cocidas y peladas
-1 patata mediana, cocida o asada
-1 quesito fresco pequeño (o uno grande, si son varias raciones)
-un puñadito de tiras o trocitos de pimiento rojo
-aceite, sal, vinagre de módena, perejil
viernes, 25 de febrero de 2011
Caballa al horno con patatas Hasselback
Como véis lo he preparado con cabeza y todo, sé que hay gente a la que le impresiona un poco pero es así como lo he comido siempre, posiblemente porque así se suele servir en Portugal, que es donde he comido más pescado.lunes, 21 de febrero de 2011
Baguettes en Babette
 Y ahora que ya habré impresionado a más de uno (espero) os contaré que no las he hecho yo, o sí, pero desde luego no solita: gracias a mi amigo Juantxo, al que nunca podré recompensar suficientemente por este regalo, estuve este fin de semana en La cocina de Babette participando en su curso Baguette al desnudo. Y éste es el resultado, que pudimos llevarnos a casa y disfrutar en el desayuno de hoy.
La baguette es (al menos, para mí) uno de los panes más complicados, sobre todo por la forma y el corte de la masa. Al principio cuesta un poquito, pero de un día a otro ya notas lo aprendido y todo va saliendo mejor: aprendimos a hacer baguettes con diferentes tipos de masa, incluso con masa madre; varios formados (baguette clásica, épi o espiga, baguettinas...) y tipos de greñado. Todas están muy buenas, con una miga de esas que parece imposible lograr en casa. Y creo que en casa ahora me quieren aún más :)
 Así que llevo dos días haciendo peligrar mi figura, con desayunos y meriendas como la que sigue, y pensando qué puedo untar o mojar con lo que aún me queda. Ahora toca practicar, así que dejo caer a mis amigos que pienso llevar baguettes caseras (espero que al menos tan majas como las de las fotos) a toda comida o cena a la que sea convidada. Ahí queda...
El curso fue fantástico, no sólo por el buen hacer de Bea que es una profesora magnífica, sino por el buen ambiente que consigue crear siempre en sus cursos (éste no es el primero que hago, y no será el último). También fue así por la gente que hizo el curso, todos distintos, todos estupendos: Silvia, Cristina (¡gracias por la fantástica tarta!) Patricia, Ana y Manuel; estos dos últimos además autores de dos proyectos muy especiales, Ana con su elaboración artesana de pan y Manuel con su casa rural Casa Troylo. Un beso grande a todos, ¡y muy especialmente a Bea!jueves, 17 de febrero de 2011
Curry rojo de verduras
 El curry rojo se puede preparar con muchos ingredientes y de muchas maneras, desde la más simple (como la que yo preparé hace tiempo con pollo), usando pasta de curry y leche de coco, sin más, a las más complicadas añadiendo además varias especias frescas: hojas de lima, cilantro, albahaca, lemon-grass, jengibre, etc. Con todas estas cosas gana mucho, sobre todo en sabores frescos que le dan un contrapunto al picante y al sabor graso de la leche de coco. Hoy he intentado acercarme un poco más a esta preparación.
 Éstas son las berenjenas que he usado, que vienen bien para este guiso porque se hacen en poco tiempo y no amargan. Es relativamente fácil encontrarlas en muchas tiendas del centro de Madrid, pero se pueden usar también berenjenas normales (tardarán más en hacerse). El resto de los ingredientes también son relativamente fáciles de encontrar, salvo quizás las hojas de lima. Yo las he encontrado congeladas en una tiendecita al lado del mercado de los Mostenses, es la primera vez que las uso y me han encantado, tienen un olor fantástico incluso recién sacadas del congelador. Para la próxima intentaré encontrar lemon-grass, que seguro que también merece la pena.
Para quien quiera ver el proceso (parecido) completo del plato, en este caso con pollo y tofu, os dejo un link muy interesante a un blog fantástico en el que explican paso a paso recetas, muchas orientales: Beyond Kimchee.
Me da antojo de curry de vez en cuando, y a veces me lo "curo" fuera de casa. Mientras espero una ocasión especial que sirva de excusa para visitar el que (dicen) es uno de los mejores restaurantes orientales de Madrid, Sudestada, he probado otros con más o menos suerte, os dejo dos de ellos aquí: El rey de los tallarines (muy barato, pero correcto), y el Ginger Boy, que además tiene servicio a domicilio.
lunes, 14 de febrero de 2011
Crema de batata
 La batata da mucho sabor a la crema, así que se puede hacer esta receta cocinándola con muchos otros vegetales "suaves" para hacer de fondo: puerro, nabo, calabacines... también se pueden combinar con calabaza o zanahoria, si se quiere acentuar el sabor dulce que todas tienen. Yo, como he dicho, la he preparado hoy con lo poco que tenía en casa, y ha salido estupenda. Cuento cómo la preparé: para 2 raciones:miércoles, 9 de febrero de 2011
Broa de milho (pan portugués de maíz)
 La receta que pongo hoy se podría clasificar como "en proceso": está muy rica, y cada vez se parece más al "de verdad", pero siempre con cosas que mejorar la próxima vez.
 Es una de esas recetas que requiere un poco de ojo con las texturas y los tiempos: para pillar el punto a la masa, y para el horneado. Este pan tiene que quedar con una miga muy apretada, casi con la apariencia de un bizcocho, pero tierna (se deshace con facilidad, ver la foto, no es un mordisco, es que se rompió) y una corteza bastante gruesa y un poco dura. Para eso necesita tiempos prolongados de cocción, que es lo que me ha faltado esta vez a mí, le hubiera venido bien  perder algo más de humedad interior y hacer más corteza. Con todo, tiene un sabor estupendo.
 Lo otro es el tema de las harinas: hay varios tipos de harina de maíz, y cada una sirve para una cosa. Los portugueses distinguen entre harinas de maíz amarilla y blanca, y hay recetas con ambas. La broa, o al  menos la que a mí me gusta, es de harina amarilla, parecida a la que se usa para la polenta: es un poquito más basta y granulosa, y esa textura se nota después en el pan. Yo he usado una harina gallega ecológica. La blanca (en la foto, de El Granero Integral) se parece más a la maicena, y también se puede hacer pan, pero parece más apropiada para otros usos (también la probé para pan, pero no me convenció el sabor).
En Internet hay muchas recetas e información sobre la broa y otros panes de maíz portugueses. Dejo aquí un par de links que me han resultado especialmente útiles:
A broa de milho da terra à nossa mesa (cultivo del cereal y preparación del pan)
Receta de broa en Vai uma Fatia? (para ver el proceso)
martes, 8 de febrero de 2011
Batido de manzana asada y yogur
 Sólo se necesita batir la carne de una manzana asada con un yogur natural, y ya está. A partir de ahí, la receta se puede variar añadiendo plátano, ralladura de limón, especias (cardamomo, por ejemplo... yo puse una pizca de canela porque la manzana asada ya lo llevaba). Sé que muchos recuerdan los batidos de su infancia con galleta, así que se le puede poner un poco antes de batir, o poner unas migas por encima al servir... lo que se quiera.Queda muy rico y bastante espeso, como unas natillas afrutadas (os dejo una foto ya empezado, para que lo veáis), pero si lo queréis aun más espeso para servirlo como postre "de cuchara" basta añadir más fruta o bien usar yogur griego (o dejar espesar el yogur normal poniéndolo unos minutos sobre un paño limpio). La manzana está asada al microondas, se prepara igual que para poner al horno pero en un platito hondo con una pizca de agua. Se deja unos 3-4 minutos y ya está. No carameliza como en el horno, pero para una receta como ésta es suficiente, y se ahorra energía.
Aprovecho para hablaros de un par de libros sobre comida que he estado leyendo últimamente y que me han hecho pensar un par de cosas. El primero, regalo de reyes de mi hermana, es el ya comentadísimo libro de Michael Pollan El detective en el supermercado. El otro, uno de los más famosos libros de cocina francesa, Cocina de mercado de Paul Bocuse, lo encontré el otro día en el rastrillo del casco antiguo en Badajoz (qué de joyas he encontrado ya ahí).
Aparentemente no puede haber dos libros sobre comida con planteamientos más dispares: el primero, escrito por un norteamericano hace poco tiempo, aborda el tema desde la nutrición, la salud, la ecología, la sostenibilidad... y el segundo, un libro de un chef francés escrito hace 30 años, lo hace desde el puro placer de comer. Sin embargo, me sorprendió descubrir que ambos llegaban a conclusiones parecidas, y los dos destacaban la importancia de consumir productos frescos, de temporada y producidos en lugares cercanos a donde los adquirimos, así como preguntar en los mercados e interesarnos por el origen de lo que compramos. Me pareció tan curioso (y tan obvio al mismo tiempo) que aquí lo dejo.



