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martes, 8 de febrero de 2011

Batido de manzana asada y yogur

O cómo hacerte una merienda rica en 3 minutos para una tarde de catarro.
Sólo se necesita batir la carne de una manzana asada con un yogur natural, y ya está. A partir de ahí, la receta se puede variar añadiendo plátano, ralladura de limón, especias (cardamomo, por ejemplo... yo puse una pizca de canela porque la manzana asada ya lo llevaba). Sé que muchos recuerdan los batidos de su infancia con galleta, así que se le puede poner un poco antes de batir, o poner unas migas por encima al servir... lo que se quiera.

Queda muy rico y bastante espeso, como unas natillas afrutadas (os dejo una foto ya empezado, para que lo veáis), pero si lo queréis aun más espeso para servirlo como postre "de cuchara" basta añadir más fruta o bien usar yogur griego (o dejar espesar el yogur normal poniéndolo unos minutos sobre un paño limpio). La manzana está asada al microondas, se prepara igual que para poner al horno pero en un platito hondo con una pizca de agua. Se deja unos 3-4 minutos y ya está. No carameliza como en el horno, pero para una receta como ésta es suficiente, y se ahorra energía.

Aprovecho para hablaros de un par de libros sobre comida que he estado leyendo últimamente y que me han hecho pensar un par de cosas. El primero, regalo de reyes de mi hermana, es el ya comentadísimo libro de Michael Pollan El detective en el supermercado. El otro, uno de los más famosos libros de cocina francesa, Cocina de mercado de Paul Bocuse, lo encontré el otro día en el rastrillo del casco antiguo en Badajoz (qué de joyas he encontrado ya ahí).

Aparentemente no puede haber dos libros sobre comida con planteamientos más dispares: el primero, escrito por un norteamericano hace poco tiempo, aborda el tema desde la nutrición, la salud, la ecología, la sostenibilidad... y el segundo, un libro de un chef francés escrito hace 30 años, lo hace desde el puro placer de comer. Sin embargo, me sorprendió descubrir que ambos llegaban a conclusiones parecidas, y los dos destacaban la importancia de consumir productos frescos, de temporada y producidos en lugares cercanos a donde los adquirimos, así como preguntar en los mercados e interesarnos por el origen de lo que compramos. Me pareció tan curioso (y tan obvio al mismo tiempo) que aquí lo dejo.

4 comentarios:

  1. ...mmm ... Qué rico y qué suave... Yo hoy hice una sopa de fresas y el momento foto fue una ruina... pero la sopa quedó deliciosa. Mañana a lo mejor repito. Qué de cosas encontramos en los mercados, estos libros me han gustado. Tomo nota. Bss.

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  2. Yo me he vuelto una fan de Michael Pollan, creo que ya me he leído todos sus libros. El del detective es el más sencillito, pero si quieres profundizar en el tema ve a por "el dilema del omnívoro" ("the omnivore's dilemma", no sé si está traducido al español). Te va a encantar. Cuenta la trayectoria de tres comidas, desde sus orígenes. Tiene tres partes: la primera es la comida industrial, la segunda la comida ecológica, y la tercera la comida silvestre.
    un beso.

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  3. Hola!

    Iratxe, muchas gracias! Sopa de fresas, eso debe ser increible! Lo de los mercados es cierto, es una pena que aquí en Madrid no haya pequeños mercados de agricultores.

    Ajonjolí, éste es el primero que leo de Pollan, y no será el último. Lo que siempre me pone triste es que necesitemos que alguien nos diga cosas tan evidentes, cuando lo lees te das cuenta de que muchas de esas cosas las sabemos, y que es absurdo el sistema alimentario que tenemos. Pero bueno, a ver si poco a poco y entre todos lo cambiamos.

    B*

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  4. humm, yo le quito la canela y le pongo las galletas sin dudar ;)

    Salu2, Paula
    http://conlaszarpasenlamasa.cultura-libre.net
    http://galletilandia.blogspot.com

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