Después de un agitado fin de semana y varios refrescos de mi masa madre (con centeno), el domingo por la mañana me tomé por fin un descansito para panificar. Estoy muy contenta, el pan quedó muy rico, he conseguido corregir un poco la excesiva acidez del anterior (que de todos modos cayó enterito) y la miga, aunque menos aireada, ha quedado esponjosa y un poquito húmeda, me recuerda un poco a el "pan de Mafra" portugués, uno de los sabores de mi infancia (éste también lleva centeno); pero, sobre todo, me encanta el aspecto con que salió del horno, con esa corteza ligeramente rojiza:
Llevaba, aproximadamente, unos 160 gr. de masa madre de centeno, 450 gr. de harina blanca de fuerza, 220 de agua, 10-15 de sal y unas semillas de lino por encima. La masa reposó, después del amasado, unas 5 horitas con un plegado (quizá uno más le hubiera venido bien...); después hice un formado muy cuidadoso porque se pegó al recipiente y me daba miedo manipularla en exceso, y después de levar una horita más pasó 50 min. en el horno a 220º, los últimos 15 bajando un poco la temperatura.
El pan ha acompañado hoy unos pimientos rellenos de arroz, carne y piñones, un mix de una receta ancestral de mi madre y una de origen árabe:
Estupendo pan! con esos pimientos mmmm rico, rico...
ResponderEliminarbesos