Páginas

miércoles, 21 de marzo de 2012

Tosta de habas frescas

Sin mucho más... las habas frescas, recién sacadas de la vaina, son tan delicadas que apenas hay que cocinarlas ni ponerle muchos añadidos. Nunca he comido caviar, pero para alguien a quien le gusten mucho las verduras (como a mí) la preparación ideal de unas habas o de los guisantes frescos puede ser algo parecida: apenas un poco de pan, un poco de mantequilla (o en este caso, queso fresco) y ya está.
En cualquier libro de cocina de temporada en el que haya recetas de guisantes o habas frescos se cantan maravillas de estos productos, y siempre destacan lo importante que es comerlos cuanto más frescos mejor. En el libro Cocina de Mercado, de Paul Bocuse, da un margen de horas, casi de minutos para consumirlos después de su recolección o de sacarlos de la vaina, y ofrece un curioso modo de conservarlos - si no hay más remedio... - ¡en mantequilla! 
Yo no tengo tanta suerte de tener las vainas recién cogidas (como tiene Ajonjolí, ¡qué maravilla!) pero ya me parece una buena noticia poder encontrarlas de vez en cuando en las tiendas. Para hacer hoy una comida muy rápida, los he cocido apenas dos minutos; he cogido un trozo de queso de Burgos y lo he aplastado con un tenedor, añadiendo un poco de aceite de oliva, sal y pimienta negra. He untado con esta mezcla el pan, y sobre ella he puesto las habitas recién cocidas. Delicioso.

3 comentarios:

  1. Estas habitas tan tiernecitas son un manjar y así acompañadas de un poco de pan y queso, una propuesta deliciosa!!!

    ResponderEliminar
  2. Hola Mary y Núria, las dos tenéis razón, eran un manjar... qué pena que duren tan poco. Gracias!
    B*

    ResponderEliminar

¡Gracias por visitar el blog y por dejar un comentario! Siento no dejar comentarios a usuarios anónimos (me llega mucho spam) pero a todos los que leéis el blog y me dejáis unas palabras, y también a los que no, muchas gracias.