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martes, 7 de agosto de 2012

Migas alentejanas (lo bueno de estar en la frontera)

Hoy tampoco he cocinado yo... hemos hecho un plan de domingueros de martes y hemos cruzado a Elvas para comer allí. Como casi siempre pido lo mismo, hoy me decidí a cambiar pidiendo unas migas con entrecosto (con costillas), y me han sorprendido mucho:
Sabía que las migas alentejanas eran diferentes de las extremeñas, pero no tanto: las portuguesas se sirven más bien guisadas que fritas, son húmedas y jugosas, aunque tienen en común el ajo abundante.
Como nunca las he preparado no sabía si ponerlas, pero me han gustado tanto que creí que merecía la pena mostrarlas, y de paso he curioseado un poco para saber cómo se preparan. A diferencia de las nuestras, que se remojan un poco y luego se fríen bien, éstas se preparan mezclando el pan con algo de la grasa de la carne que se haya preparado (costillas adobadas, en ese caso), se le pone ajito, se escaldan con un poco de caldo o agua hirviendo y se les da forma (se enrolan) en una sartén. 
Éstas además llevaban bastante cilantro, y las sirvieron con rodajas de chorizo y naranja. En la mesa no han entusiasmado demasiado al resto de comensales, sin embargo a mí me han encantado y ya estoy deseando que llegue el frío para intentar prepararlas en casa (porque evidentemente no son un plato muy veraniego, pero me pudo la curiosidad). Supongo que la clave también está en usar un buen pan, y el de allí estaba bien bueno, un pan denso con algo de centeno... como rico estaba también el café... y los embutidos que de paso nos hemos traído de allá... en fin, qué alegría tener cerca la frontera. 

4 comentarios:

  1. Por la imagen de la foto y por lo que cuentas de estar mezclado con grasa de carne, me recuerda un poco al relleno de los cocidos madrileño y lebaniego.

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  2. Yo estoy segura que me encantarían. Vamos, ni dudarlo:-)
    Besos

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  3. ¡Hola!

    Relochez, no lo había pensado pero tienes razón, aunque creo que en esos casos también llevan huevo, ¿no?

    Mai, la verdad es que la pinta sorprende, pero a mí desde luego me encantó, en invierno debe ser una delicia comerlo en un día frío.

    B*

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