Es un plato feo, el pobre (como suelen ser los platos-batiburrillo) pero muy rico y fácil, así que aquí lo dejo.
La mejor manera de hacer un arroz con butifarra es guisando el arroz con un sofrito, la carne y demás ingredientes, pero ésta es una versión facilona que he preparado con arroz cocido y salteado después con todo lo demás. La gracia es usar una butifarra o salchichas de sabor potente para que hagan contraste con las pasas, la cebolla frita y las zanahorias. Para dos personas he usado:
-2 tazones de arroz blanco ya cocido
-1 butifarra blanca mediana (o un par de salchichas de calidad)
-1/2 cebolla
-1 zanahoria
-1/2 pimiento verde
-un puñado de pasas
-unos piñones
-vino blanco (yo no tenía y usé vermú)
-aceite de oliva, sal, pimienta si hace falta
En una sartén de buen tamaño se sofríen bien las verduras picadas a fuego medio-fuerte; añadimos la butifarra desmenuzada, las pasas y los piñones, y cuando la carne empieza a dorarse añadimos un poquito de vino o vermú. Cuando está a punto de consumirse añadimos el arroz y removemos para que coja color con la salsita del fondo. Se sirve bien caliente.
Como ya he dicho, si se usa una carne sabrosa queda un plato muy rico, pero incluso el mismo plato sin la carne puede ser una buena guarnición; se parecería entonces a un tipo de arroz que servían de acompañamiento en un restaurante donde comíamos con frecuencia cuando estábamos de vacaciones en Portugal, cuando yo era pequeña. Es uno de esos platos que cuando eres niña aborreces (que un arroz llevara pasas y piñones me parecía entonces de lo más marciano, así que yo los apartaba e iba comiéndome la zanahoria... qué boba).
Ahora que ese sitio ya ha desaparecido, recuerdo con verdadera pena y nostalgia los pocos platos que servían allí: las ensaladas con sardinas, el arroz del que hablaba, y sobre todo los helados de máquina (vainilla o chocolate, no se podía elegir otra cosa) que empezaban a derretirse en cuanto los cogías, todo mezclado con el olor de la piscina. Es curioso cómo la memoria convierte en algo fascinante lo que antes fue sólo un una costumbre sin importancia.
Muy rico el arroz, con lo que me gustan los platos de arroces con verduras!! Y con butifarra no lo había probado y me encanta con la mezcla con las pasas...
ResponderEliminarSaludos
Hola Ana, pues si no lo has probado con butifarra hazlo, es la cosa más tonta pero queda bien rico. :)
ResponderEliminarQué sabor más estupendo tenía que tener! porque claro, ya no quedará nada, estas cosas no sobran. Echo de menos nuestros embutidos, tan ricos. No digo que estos estén malos, para nada, pero nosotros tenemos mucha más variación y al cocinar se les saca más partido... y al paladar, que agradece los cambios... alguna vez he hecho salteados así, a lo fantasía con las salchichas de aquí y el Günter me pone una cara del ocho, asusta'o perdido... pero es la única manera que comprenda que hay sabores más allá de la mostaza y el chucrut:-)
ResponderEliminarBromas a parte, se ve realmente delicioso!
BEsos
Mai, jajajaja, pobre Günter, no está acostumbrado a la improvisación culinaria de los del sur :) Aquí se aprovecha el embutido como se puede (excepto algunas guarraditas que hace Jamie Oliver con el chorizo, que hasta a mí me escandaliza); este arroz lo volvimos a hacer un par de días después en plan emergencia para una cena con amigos de esas que no te esperas y se organizan en media hora, y fue un éxito, hay que tener siempre estas cosas en la nevera :)
ResponderEliminarB*