

PD. Edito porque, tristemente, pude comprobar que es cierto lo que decía uno de los comentarios, que habían quitado la máquina del mercado.... Una pena, porque ¿eso quiere decir que no funciono? En fin, a otros sitios...
Es curioso: ha salido de una nata uperisada, "para cocinar" (de menor contenido graso) que además era de una marca "estándar", y aun así está más rica que casi cualquier mantequilla que se pueda comprar. No me quiero imaginar qué sería de mi salud si hubiera tenido nata fresca en casa, ¡ay! Lo malo (o no) es que se conserva poco tiempo, por lo visto la mantequilla se conserva mucho más cuanto menos líquido tiene, y yo no tengo un paño como para prensarla tanto, así que me dará una alegría en el desayuno de mañana y con eso ya estoy contenta.
El suero que queda separado es el famoso "buttermilch" del que tanto se habla ahora en algunos blogs. Es ese tipo de "subproductos" lácteos que por aquí normalmente tiramos y que sin embargo en Centroeuropa tratan como verdaderas delicatessen; yo, muerta de la curiosidad, lo he probado y he de decir que me pareció muy rico (todavía con sabor a nata, pero más suave, y un poco áspero), y lo he añadido a una crema de puerros que me he preparado para comer.
Si queréis saber más de mantequillas, buttermilk y otros experimentos lácteos caseros, podéis curiosear aquí, o aquí, o aquí...
P.D. Edito para incluir el post sobre mascarpone casero de Miriam, imprescindible.
Sigue habiendo cosas que se me resisten, especialmente con la corteza (últimamente no cogen buen color, pensé que era por sobrefermentación pero éste no ha tenido una fermentación larga, creo..). Bueno, otra excusa más para seguir practicando :)