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miércoles, 17 de agosto de 2011

Requesón casero, higos y miel

Una tosta de las buenas, con requesón preparado en casa. El requesón es una de esas cosas muy fáciles de hacer y que, a poco que usemos una leche de calidad, es un producto delicioso y mejor que la mayoría que se compran. Además, para los panaderos caseros es una buena manera de conseguir una cantidad considerable de suero, que hará unos panes y bizcochos estupendos y diferentes.
Yo he preparado una cantidad pequeña, pero se pueden doblar o triplicar las proporciones en función de  lo que nos haga falta. Con medio litro de leche se obtiene un cuenquito pequeño de requesón (como para dos buenas tostadas) y un vaso grande de suero. También se puede variar la receta en función del gusto y el uso que se le vaya a dar: si es para cocinar (por ejemplo, una tarta de queso) se deja tal cual, sin salar, pero si es para untar queda mejor con una pizca de sal. También se le puede añadir nata para hacerlo más cremoso, usar leche de oveja o de cabra, etc. Se necesita:

-1/2 litro de leche entera (mejor fresca, yo usé de Priégola)
-zumo de 1/2 limón, o una cantidad similar de vinagre (2 cucharadas aprox.)
-una pizca de sal (opcional)
-1 paño bien limpio, o una gasa grande de algodón (en farmacias, cuesta menos de 1€)

Se pone la leche a calentar y cuando está a punto de romper a hervir se baja el fuego al mínimo y se añade el limón; se remueve un poco, hasta ver que empieza a separarse el suero, y se aparta del fuego. Se deja enfriar, y mientras colocamos la gasa sobre un colador y éste sobre un bol grande. Volcamos en él la mezcla, y cuando ya ha soltado buena parte del suero cerramos el paño y retorcemos para que suelte algo más y compactarlo. Se puede dejar colgado para que siga espesando, o ponerle un peso encima. Al sacarlo de la gasa se sala al gusto, y a comer.
La tostada lleva, sobre una rebanada de buen pan, una ración generosa de requesón, un higo pequeño en cuartos, unas avellanas partidas toscamente y un hilo de miel.
La receta que dejo aquí es una manera de hacer requesón, pero hay muchas posibles que se pueden consultar en internet, algunas paso a paso. Ésta es una de las primeras que yo ví, que me dió las ganas de prepararlo, pero hay muchas más. También hay vídeos interesantes en Youtube, como éste de la revista Gourmet en el que se ve el proceso completo de la versión con nata (aunque ella desecha el suero, ¡NOOOO!!!):
Es increíble cómo una cosa tan simple da juego para taaantas recetas, especialmente en Italia. En Internet, aparte de pasta y postres, se encuentran verdaderas curiosidades, como la preparación de su versión fermentada típica de La Puglia, la Ricotta Forte (se puede ver cómo se prepara en este vídeo), o este otro vídeo de Salvatore Brooklyn, un establecimiento neoyorquino que se ha hecho célebre haciendo... ricotta. Merece la pena ver a sus dueñas preparando sus tostaditas, comiéndolas con devoción, y hablando de ello como del mejor de los manjares.

viernes, 12 de agosto de 2011

Ensalada de lentejas, calabacín y más verdolaga

Para seguir aprovechando los manjares del huerto.

Muy sencilla. Para unas 4 raciones he usado:

-4 puñaditos de lentejas pardinas, o 4 cuenquitos de lentejas ya cocidas
-1 calabacín mediano
-2-3 tomates, dependiendo del tamaño
-1 puñado generoso de verdolaga, u otra hierba de ensalada de sabor amargo (berros, rúcula...)
-1 cebolleta, o más si nos gusta mucho
-sal, aceite, vinagre, pimienta y, si queremos, especias (comino, una pizca de mostaza...)

Si cocemos las lentejas en casa las hacemos con tiempo, para que dé tiempo a que se enfríen (la noche antes, o por la mañana); yo las herví con una hojita de laurel. Picamos el calabacín en daditos muy pequeños y salteamos con una pizca de aceite a fuego medio-fuerte, para que se  ponga tierno y se dore muy ligeramente. También conviene hacerlo un rato antes de servir para que se temple. Montamos la ensalada mezclando las lentejas, los tomates picados, la cebolleta y una vinagreta de sal, aceite, una pizca de vinagre (yo usé de Módena) y la especia elegida; por encima servimos los daditos de calabacín y, por último, las hojas bien lavadas y escurridas. También se puede añadir un poco de queso fresco desmigado, o lo que nos apetezca. ¡Feliz fin de semana!

jueves, 11 de agosto de 2011

Curso taller de huerto urbano en el Retiro (y bocadillo de berenjena, queso y verdolaga)

Una de las cosas buenas de no irte de vacaciones en agosto y quedarte en Madrid es que te enteras de que en el Parque del Retiro dan se dan cursos-taller de huerto urbano, y que puedes asistir:
Ha sido un curso de tres días (9 horas en total), muy corto pero suficiente para aprender un montón de cosas sobre horticultura ecológica, desde la calidad del suelo a la planificación de un huerto por temporadas, rotación y asociación de cultivos, compostaje, hacer un semillero, y muchas más. Por ejemplo, a distinguir entre las "malas hierbas" aquellas que son comestibles, como la verdolaga, que es una de esas plantas que hemos pisado mil veces pero no se nos ocurre que pueda estar encima de un plato (por lo visto, es bastante habitual en otros países). O incluso a montar un riego por goteo. Y todo, en un sitio tan bonito como el retiro.
O, aún mejor, que hay en Madrid lugares en los que se guardan y/o se intercambian semillas locales, como en el Matadero de Legazpi; también, direcciones y webs interesantes, y mucho más. Aún hay cursos en lo que queda de verano (y supongo que continuarán en otoño), la programación se puede consultar aquí.
Y para colmo, si durante el curso se recolectan cositas del huerto, te puedes llevar a casa una pequeña cosecha; en mi caso, un par de cebollas, una berenjena, un calabacín y un puñadito de verdolaga:
Además de un pequeño semillero de escarola:
Y con mi botín, cuando aún no habían pasado un par de horas desde que las recolectáramos, me hice un bocadillo de berenjenas a la plancha, queso, verdolaga y un poco de salsa de tomate casera; no sé si era porque era berenjena ecológica, si era porque estaba recién recogida o qué pero a mí me supo deliciosa:
¡Ahora toca retomar el macetohuerto!

lunes, 1 de agosto de 2011

Comida de domingo, mezze de lunes

Una de las mejores cosas de hacer una copiosa comida dominguera con amigos es comer de (ricas) sobras el lunes. No quedó de todo, claro, pero lo suficiente para preparar este plato de mezze: pimientos asados con ajitos, berenjenas asadas (sólo un trocito ya...), tapenade, pan casero, un poco de queso de cabra y hummus.
Para quien no haya probado nunca, la receta del hummus es muy fácil, no estoy segura de si la que yo hago es muy ortodoxa pero es la que preparo hace tiempo y sale bien. A mí me gusta prepararlo con garbanzos cocidos en casa con una hojita de laurel, pero no siempre apetece o se tiene tiempo, así que se puede preparar con unos garbanzos de bote (en ese caso, eso sí, prefiero tirar el líquido del bote y lavar bien los garbanzos antes de hacer la crema). Los ingredientes, aproximadamente, son:

-1 bote de garbanzos cocidos, o la misma cantidad de garbanzos hechos en casa
-Unas cucharadas del caldo de cocer los garbanzos, o agua
-aproximadamente 2 cucharadas de tahini (al gusto)
-zumo de 1/2 limón
-1 diente de ajo, sin la parte verde
-comino
-sal, aceite de oliva
-pimentón para servir

Se trituran los ingredientes, salvo el pimentón, en un robot. Si lo hacemos con una batidora de mano es mejor añadr primero sólo una parte de los garbanzos, y luego añadir el resto ajustando la textura al gusto, poniendo por último un hilo de aceite de oliva (es opcional, porque el tahini ya tiene bastante grasa). Tiene que ser una crema espesa, pero no pastosa. Se puede guardar en la nevera y servir extendido en un plato con una cuchara para dejar una superficie irregular, y se cubre con un poco de aceite de oliva y pimentón.