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jueves, 31 de marzo de 2016

Comida de colores (semana de la remolacha, capítulo 1)

Un manojo grande de remolachas con hoja, 1,75€. De ahí han salido más de tres platos. El primero, una pasta con algunas hojas de remolacha rehogadas, tomatitos cherry y queso, muy buena. El segundo, este asado de verduras y raíces:
Lo había visto ya en algún programa de cocina británico, no sé si de Jamie Oliver o cuál [actualización: después de leer mi feedly, he visto que Akane publicó esta mismita receta hace pocos días, con una pinta fabulosa... no sé si es casualidad o referencia olvidada, en cualquier caso qué receta tan rica], y en vez de la típica ensalada esta vez decidí gastar la remolacha asándola. La mezclé con otras verduras, en esta proporción:
-1 remolacha grande
-1 chirivía
-1 nabo
-1 cebolla roja
-1 boniato
-1 zanahoria
-varios dientes de ajo, con piel
-tomillo y romero
-sal, aceite de oliva
Sólo hay que lavar las verduras, pelarlas y cortarlas en trozos medianos, salvo los dientes de ajo que se dejan enteros o se les da un golpe; el tamaño de los pedazos varía según lo que tarde en cocinarse cada verdura, así la zanahoria por ejemplo la corté en trozos más pequeños y el boniato en trozos más grandes. Se precalienta el horno a 200º y se pone todo en una bandeja amplia de horno, separando la remolacha para que no tiña el resto de ingredientes. Se rocía generosamente con sal y aceite de oliva y se hornean unos 50 minutos aproximadamente, vigilando de vez en cuando y removiendo un poco para que se hagan por igual.
Las verduras pueden variar, claro: se puede poner calabaza, patatas, cebollitas, apionabo,.. lo que se quiera. Para ver otras combinaciones se puede hacer una búsqueda en inglés, roasted root vegetables
Está muy rico, y es diferente a otros asados de verduras más habituales. Nos gustó especialmente la chirivía asada, que hasta ahora sólo habíamos comido en sopas o guisos. Una pena que sea tan difícil de encontrar. 
Se puede servir como primer plato, como guarnición, acompañarlo de alguna salsa de yogur, queso... rico rico.

lunes, 21 de marzo de 2016

Serradura

¿Serraqué? Serradura. Un postre portugués para amantes de la galleta y de las recetas fáciles (y que no estén pensando por ahora en la operación bikini).
No me extiendo mucho, porque la receta no es complicada ni tiene una gran historia detrás, que yo sepa. Parece un postre simple y casero, del estilo de las tartas de galleta de cumpleaños, sin embargo cualquiera que conozca medianamente el país vecino sabe que es habitual encontrarlo en los restaurantes familiares. También se ve puntualmente en los de este lado de la frontera, cosas de la cercanía, y sorprendentemente, también... ¡en China! Yo no lo sabía pero es muy popular en Macao, ex-colonia portuguesa; de hecho, cualquiera que curiosee un poco en Instagram se encontrará que muchas de las imágenes de serradura son de allí, muchas más que de Portugal.
El postre no tienen ninguna complicación: se trata de alternar capas de crema y galleta molida, no hay que cocinar ni hacer nada más que dejarlo reposar unas horas o una noche entera. Los ingredientes son:

-1 lata de leche condensada (suelen ser entre 370 y 400 g; yo no usé toda, dejé un poco en la lata)
-1/2 litro de nata para montar bien fría
-1 paquetito de galletas María o las que más nos gusten (no una caja, un "tubo")

Se muelen las galletas en una picadora, o a mano. Se bate bien la nata y se mezcla cuidadosamente con la leche condensada (la cantidad al gusto, según lo dulce que lo queramos). Se cogen unos 8 o 10 vasitos (o copas) y se rellenan alternando capas de galleta y crema, terminando con un poco de galleta para decorar. Se dejan reposar en la nevera unas horas o toda la noche. Y ya está.
Admite variaciones: hay quien usa dulce de leche en vez de leche condensada, quien agrega gelatina y lo hace en un único molde grande, tipo tarta, o quien cambia las galletas por otras de chocolate... a partir de aquí cada uno puede ponerse creativo. 
Es una receta un poco tontorrona, y con la cantidad de postres ricos que tienen los portugueses reconozco que éste no es de mis favoritos; sin embargo a mi madre y a mi cuñado les pierde, así que lo preparamos hace poco para una comida familiar. Fue un éxito. Es una buena receta para sacarte de un apuro, con la única salvedad del tiempo de reposo que necesita. 

Y poco más... de nuevo escribo con prisa y no voy a poder contar mucho más, aunque tengo en la recámara un montón de recetas, nuevos cacharros, experiencias y otras cosas sobre las que escribir. Ahora me falta tiempo para el blog, aunque lo echo mucho de menos. Como ahora paso muchos ratos fuera de casa con J., los últimos meses me he empezado a divertir con el Instagram (ya lo sé, llego tarde) que es más fácil de atender y así aprovecho mis largos paseos y tengo un diario gráfico de esta época. Si alguien quiere curiosear algunas de las cosas que cocino/como, además de otras historias, os espero por allí.