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viernes, 30 de noviembre de 2012

Bollos de aceite y anís

Una receta en proceso, aún tengo que mejorarla, pero buenos de todos modos. Estos bollos se parecen ligeramente a algunos dulces tradicionales extremeños, pues muchos de ellos se hacen también con masas levadas enriquecidas con grasa (manteca, mantequilla o aceite) y se aromatizan con anís, aunque la receta que yo he seguido hoy no se corresponde exactamente con ninguna de ellas. 
Yo quería unos bollos con cierta consistencia y no demasiado dulces, para desayunar, y lo que he hecho (precisamente como en muchas de esas recetas) es partir de una masa sencilla de pan (harina, agua, levadura y sal) y añadir algo de aceite de oliva, azúcar y semillas de anís. Como no lleva huevo ni leche y la cantidad de aceite es pequeña no son unos bollos tiernos, están realmente más cerca de un pan que de un bollo, aunque en la imagen no lo parezca. La próxima vez quizás los haga algo más enriquecidos, pero en los de hoy usé:
-500 g. de harina de fuerza
-agua (aproximadamente 325-350 g., pero no lo medí)
-3-4 g. de levadura seca (equivale a unos 10-12 de levadura fresca)
-10 g. de sal
-4 cucharadas de azúcar
-1 cucharada de semillas de anís
-aceite de oliva (tampoco medí, aproximadamente 1/2 taza)
Preparé un prefermento el día antes mezclando parte de la harina y el agua y un pellizco de levadura, pero esto es opcional. Se mezclan todos los ingredientes excepto el aceite, añadiendo el agua suficiente para que quede una masa no demasiado pegajosa, y se amasa hasta que está lisa y elástica (yo lo hice con varios reposos). Entonces se añade poco a poco el aceite y se sigue amasando hasta que está bien integrado. Se deja reposar en un recipiente aceitado hasta que doble el volumen.
Se divide entonces en 10-12 bolas y se dejan reposar de nuevo hasta que doblen de nuevo. Se pincelan un poco con leche o huevo, se espolvorea azúcar y unas pocas semillas más de anís y se hornean unos 25 minutos a 220º, o hasta que estén dorados.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Puré de apionabo: la verdura más fea, la guarnición más rica

Pues eso. Tenía yo una curiosidad enorme por cocinar en casa algo con apionabo, especialmente desde que vi a David de Jorge cocinando con él en su programa, y el otro día por fin lo encontré en una tienda de productos ecológicos del barrio (aunque creo que ya lo hay también en algunos supermercados y fruterías). No sabía si preparar una sopa o qué, lo consulté con mi socio y sufridor de mis experimentos y al final hemos hecho una crema espesa para servirla de guarnición, con unas tiras de puerro frito:
La receta es bien sencilla: se pela y limpia bien el apionabo (es una tarea un poco laboriosa, pero con paciencia y buena música se hace sin problemas) y se corta en dados. Se sofríe un poco con aceite o con mantequilla, y se añade agua hasta cubrir y un poco de sal. Se deja cocer unos 15 minutos o hasta que esté blando, y se deja templar. Se bate el apionabo con un poco del caldo de cocerlo, una pizca de pimienta y algo de nata y/o mantequilla, ajustando la consistencia. 
Éste es el apionabo, que como ya digo es una raíz más bien feota pero la verdad es que es muy aromática y rica; supongo que se presta para hacer recetas excesivas como la de antes de David de Jorge, pero hoy queríamos probarla de una manera más sencilla para apreciarla mejor. Como dicen, es verdad que tiene mucho sabor, pero no es tan invasivo como el apio que solemos encontrar aquí, y creo que debe ir muy bien con carnes de cerdo y cosas así. Si de todos modos no nos gusta tan fuerte se puede mezclar con patata o con otros ingredientes, para que no sea tan protagonista. 
Nosotros hoy lo hemos usado para acompañar unas (rústicas) salchichas, y ha sido una estupenda comida; el resto, a una sopa.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Sobras otoñales

Últimamente no he tenido mucho tiempo para cocinar ni publicar en el blog por viajes, trabajo, una pequeña reforma casera que me lleva por la calle de la amargura y otras cosas. Afortunadamente saco unos ratos para hacer el pan de la semana y algún plato del que podamos alargar las sobras, éste ha sido uno de ellos:
Ayer preparamos un borsch, parecido a éste que hice hace algún tiempo pero incluyendo un buen trozo de morcillo que dejamos cocer bastante tiempo antes de añadir la verdura. Con las sobras del guiso, unas setas y unas patatas hemos preparado la comida de hoy: en la base, puré de patatas bien espeso, con un poco de aceite y pimienta; encima las verduras del guiso picadas con algo del caldo, y al final el morcillo deshilachado y salteado con las setas... algo parecido a la ropa vieja, pero más eslavo :)