Sólo hay que coger las verduras que más nos gusten, pueden ser congeladas (en mi caso, guisantes, zanahorias y brécol en ramitas pequeñas) prepararlas al vapor o hervirlas lo mínimo (10 min.) y refrescarlas con agua bien fría para parar la cocción y que conserven el color brillante. Se sirven frías o del tiempo, con huevo cocido, y se aliñan con una vinagreta de un buen aceite de oliva, una pizca de vinagre, sal, pimienta y frutos secos picados (almendras, piñones o avellanas, por ejemplo). Para variar un poco la receta, se pueden añadir unas lascas de jamón, o si nos gusta el sabor dulce añadir un poco de miel a la vinagreta.
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Ay, sí, qué rico...
ResponderEliminarMe gusta....muuuuucho.
ResponderEliminarbesos
Me has dado en uno de mis puntos débiles, las ensaladas. Esta se ve divina, rica y muy colorida.
ResponderEliminarbesos.
Que rica ensalada y que fresquita se ve.
ResponderEliminarsaludos
Dulcinea
Me parece un punto intermedio entre menestra y ensalada de lo más apetecible para estos días! Corro a prepararlo... Un beso!
ResponderEliminarUltimamente me estoy aficionando a cocer menos las verduras y dejarlas crujientitas. Ganan un montón. Me apunto tu idea de la vinagreta.
ResponderEliminar¡besos!
hoola!
ResponderEliminarMiriam, gracias gracias.
Nuria, pues graaaacias! :)
Silvia, sí que estaba buena, y se me ocurrieron muchas más variantes.
Claudia, gracias.
Lucía, eso mismo pensé yo! De hecho, casi lo titulo "menestra de verano" :)
Marilu, tienes toda la razón, algunas cuanto más crudas mejor. Y más bonitas!
B*
Pues es de los platos que más apetecen ahora, con este calor. esta combinación de sabores es ideal. Saludos!!
ResponderEliminarNo te conocía y me ha encantado esta ensalda!!! La haré. Un saludo
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