Páginas

martes, 29 de diciembre de 2009

Crumble de manzana con crema de mascarpone

Cuánto tiempo sin publicar nada, ya tenía ganas... vuelvo con una receta realmente fácil pero que queda espectacular: si alguna vez queréis impresionar a alguien con un postre fácil, ésta es la receta.
Para el crumble de manzana se necesita, por persona: -1 manzana reineta -1 cucharadita de mantequilla -1 cucharada de harina -1 cucharadita de azúcar, o al gusto -canela en polvo
Pelamos la manzana y la cortamos en gajos pequeños. Espolvoreamos con canela y (si queremos) con un poquito de azúcar y horneamos unos 10-15 minutos a 180º (o 2 minutos en el microondas). Tiene que empezar a cocinarse, pero quedando aún un poquito consistente. Mientras tanto mezclamos con las manos la mantequilla, la harina y el resto del azúcar hasta formar migas. Cubrimos la manzana con la mezcla y la ponemos al horno otros 20 minutos aproximadamente o hasta que se empiece a dorar la costra (se puede dar al final un golpe de grill para dorar la superficie si hiciera falta). Servimos con una cucharada de mascarpone batido, o bien helado, nata, yogur, etc.
Hay muchas maneras de hacer un crumble. A mí me gusta que sea sólo una ligera costra crujiente sobre la fruta, y que ésta predomine y quede un poquito entera, sin deshacerse del todo, pero se puede hacer de muchos modos y con muchos ingredientes, también salados (¡con tomates!). También se puede añadir frutos secos a la mezcla de la superficie, y es un buen modo de reciclar o renovar, por ejemplo, unas manzanas asadas.
¡Feliz 2010!

lunes, 7 de diciembre de 2009

"Pain de mie", mermelada de madroños y regalos

Lo primero, el pan: es el "pain de mie" que publicó Gusete en Madrid tiene Miga, una receta maravillosa de pan blanco de molde hecho con levadura, con una masa que daba gusto trabajar (y que dá gusto ver crecer, ¡tan rápido!) y un resultado estupendo, tierno y sabroso.
No pongo la receta porque seguí al pie de la letra la original, la única diferencia es que yo no tenía leche entera así que, para compensar, añadí un poquito de leche en polvo a la masa. La corteza, pintada con huevo, quedó lisa y brillante, es una pena que se me quemara un poquito, pero así ya lo sé para la próxima vez.
En la masa se nota tanto la mantequilla, aunque no lleva en exceso, que no hace falta ponerle más a las tostadas. La hemos tomado esta mañana con mermelada de madroños, que tenía muchas ganas de preparar hace tiempo para aprovechar que este año he conseguido recoger un puñadito.
Es muy fácil: se lavan los madroños y se ponen a cocer, enteros, con la mitad de su peso en azúcar, un poquito de agua (1/3 vaso para 300 gr. de madroños) y unas gotas de zumo de limón. Cuando ya se han deshecho pero todavía está líquida, se cuela muy bien la mezcla para eliminar los granitos de los madroños; se pone de nuevo al fuego hasta que tiene la consistencia que queremos y envasamos aún caliente. Es mejor preparar una buena cantidad, porque al colar se pierde mucho volumen de fruta. Si queréis una preparación parecida paso a paso, la podéis ver aquí.
Tenía ganas de preparar alguna mermelada o conserva para aprovechar los regalos que recibí de La despensa de los blogs (¡gracias de nuevo, Kako e Idania!): un estupendo libro de recetas, azúcar con pectina, además de varios utensilios de cocina, etiquetas para los botes etc. Todo precioso y muy útil. para la mermelada de madroños usé este azúcar, aunque mezclado a partes iguales con azúcar de caña porque los madroños ya tienen mucha pectina. El resultado es una textura muy rica sin necesidad de añadir mucho azúcar ni hacer cocciones excesivas. ¡Ya tengo ganas de hacer la próxima!

martes, 1 de diciembre de 2009

Pan de cerveza

Hacía mucho tiempo que tenía ganas de preparar un pan con cerveza, y aquí está. Un pan con bastante centeno, muy "invernal".
Lleva 200 gr. de masa madre de centeno, 450 gr. de harina blanca de trigo, 100 gr. de harina de centeno integral, 1 cucharada de miel, 1 cucharadita de sal y aproximadamente 300 gr. de cerveza (prácticamente una lata). Mezclé todo menos la sal, dejé reposar 1/2 hora, añadí la sal y amasé un buen rato (no era una masa líquida, pero sí muy pegajosa). Fermentó unas 4 horas y luego estuvo toda la noche en el frigo. Al sacarla había crecido mucho, más que en las primeras horas de fermentado. La dejé atemperar una horita, la adorné con semillas de amapola antes del greñado y la metí en el horno, 15 minutos a 240º y otros 30 a 180-200º, con vapor.
Me ha gustado mucho, ha quedado un pan muy sabroso sin ser ácido, con una miga oscura y densa pero esponjosa, y la corteza muy crujiente. La primera rebanada, sin tostar y bien untada de mantequilla salada. Ñam!