Una de las cosas más curiosas de la convivencia (con la pareja o con amigos) es conocer los dogmas gastronómicos de cada familia, esas cosas que no se discuten y que cada uno cree sin cuestionarlas: la receta perfecta de la ensaladilla rusa es una de ellas. Yo no sé cuál es mejor y cuál es peor, pero sí sé la que me gusta a mí.
De todos modos, creo que ha sido de tanto probar malas versiones en los bares como he llegado a distinguir lo que es aceptable de lo que debería estar penado: por ejemplo, me parece que lo peor que se le puede hacer a una ensaladilla es que la verdura sea congelada o de bote, con esas patatas y zanahorias ásperas y duras como dados de parchís... también detesto las que son poco más que plastas de mayonesa mala con apenas algunos trozos de patata deshecha, qué rabia da que un plato tan sencillo sea tan fácil de estropear.
Mi favorita es precisamente una de las más simplonas, pero precisamente por eso necesita estar bien hecha. La de hoy lleva apenas patata, zanahoria, atún, huevo duro y mayonesa casera, aunque si hubiera seguido la receta familiar debería llevar también guisantes, aceitunas y pimiento morrón. Creo que el truco está en cocer las patatas y las zanahorias enteras y con el tiempo suficiente para dejarlas enfriar bien antes de cortarlas, así la patata queda blandita pero no se deshace; el huevo y el atún de buena calidad, y la mayonesa no muy espesa y aliñada al gusto; no creo que deba ser casera obligatoriamente, pero sí que hay que comprar una buena si la ponemos de bote, hay mucha diferencia de una a otra.
En cuanto a la preparación, yo la prefiero en trozos pequeño-medianos, que se mezclen bien pero que se reconozcan los ingredientes, aunque la verdad es que cuanto más picados queda más jugosa; si la mayonesa es buena está bien que sea abundante, pero yo en casa prefiero poner poca y que cada uno se ponga más en el plato si quiere (cuando preparas tú la mayonesa te das cuenta de la barrrrbaridad de aceite que lleva).
Pero ya dije en esto hay de todo: en la familia de M.A. le ponen langostinos, pepinillos y una pizquita de ajo en la mayonesa: totalmente diferente a la mía, pero muy muy rica. Las he visto con judías verdes (que en este caso no me gusta demasiado), con espárragos, con cebolla picada, con la zanahoria cruda rallada, con tomate. con guindillas encurtidas... con presentaciones simples como la mía, emplatadas con aro o verdaderas esculturas en mayonesa.
En cualquier caso, es una de las mayores alegrías que te puede dar un tupper recién sacado de la nevera si llegas hambriento a casa en un caluroso día de verano: se abre, se vuelca en un plato, se coge pan o unos picos y a comer.