Pues eso: por una vez, coger el coche y pasar el día recorriendo carreteras poco transitadas. Parar de vez en cuando para mirar el paisaje...
Sentirte a ratos como en una road-movie americana (podría ser Texas... pero es Guadalajara):
Ir parando en los pueblos de arquitectura negra, y elegir uno de ellos para comer, por ejemplo, un buen plato de conejo con tomate (o migas, o escabeches...):
La batería del móvil duró justo hasta la comida, y no llegó para llevarnos alguna imagen de las preciosas casas de pizarra ni de las mejores vistas de las carreteras de montaña, aunque por esta vez me alegré: mucho mejor ir disfrutando el viaje que ir pendiente de retratarlo.
Que bonito. Cuantos sitios por descubrir. Besos
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarPues muchas gracias! Tenéis razón, y muchos están aquí al lado :