En realidad, tan sencillo como reducir la cantidad de tomate y cambiar el pimiento verde por uno rojo bien grande (o incluso más). Queda un gazpacho mucho más dulce, muy muy rico, Incluso creo que más pimiento rojo le hubiera ido bien, y eso que llevaba uno bien hermoso.
Pues eso: 5 tomates, 1 diente de ajo, 1 pepino pequeño, 1 gran pimiento rojo, 1 trozo de pan duro remojado, 1 tacita pequeña de aceite (o cuanto queramos), vinagre y sal al gusto. Se bate todo excepto el aceite, que se añade poco a poco al final, se pasa por el chino si hace falta, se enfría y... ¡a comer!
Una versión diferente...para cambiar un poco va bien y que rica ha de estar....gracias por la receta.
ResponderEliminarbesos
En el gazpacho de mi casa siempre hemos puesto pimiento rojo y verde, de los 2. Yo pensé ponerle un pimiento rojo asado... seguro que el sabor también es fantástico! :-)
ResponderEliminarBesos!
si no te ofende la combinación, también te queda muy rico con pimiento rojo y fresas en lugar de tomate -el resto igual- beso
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarDonobaneko, a mi me pasa lo mismo, si ya te digo que creo que me quedé corta...
Nuria, muchas gracias!
Locasita, ¡eso mismo pensé yo! Queda anotado para la próxima.
Audaciosus, no sólo no me ofende sino que será efectuado irremediablemente en fecha próxima, seguro!
B*
Pues me encanta el giro, es estupendo! Habrá que probarlo, que es tiempo de gazpacho... Un beso!
ResponderEliminarQue bueno! Voy a probarlo, con lo que me gusta el gazpacho, en todas sus variedades!
ResponderEliminarUn beso
Hola!
ResponderEliminarLucía, la verdad es que estaba muy bueno, duró menos de un día en la nevera! Gracias!
ANita, es verdad, a mí me encanta pero siempre lo preparo igual así que decidí cambiar.
B*