Para empezar la semana con energía...
Al terminar la carrera hice un viaje por varios paises europeos, en un plan muy cutre (siempre que hablo de esto me acuerdo del viaje mochilero de Joey en Friends, pero no va de eso, :) ) y la verdad es que comía bastante mal; pero hubo un par de días que, cansada de bocadillos y esas cosas decidí darme un homenaje y comí en algún sitio mejor (lo que podía significar simplemente que comía sentada en una mesa y con cubiertos). Una de las veces fue en Austria, donde probé el rösti de patatas (algún día lo pondré, aun no he conseguido que me salga como el que recuerdo, crujiente y riquísimo), y otra, ya al final del viaje, fue en París, donde me pusieron estas patatas Dauphinois.
Es una guarnición, y así las he comido hoy, aunque a mí me gustan tanto que podría comerlas como plato único. Se hace así:
Se frota bien con un diente de ajo y un poco de aceite o mantequilla una fuente de horno (pyrex, barro o metal). Entonces se van poniendo capas de rodajas de patatas de aprox 5 mm. de grosor, y sobre cada una de ellas se pone sal y pimienta negra y se rocía con nata, hasta completar unas 5 capas o alcance un espesor de unos 3-4 cm. Se mete en el horno precalentado a 200º durante unos 40 minutos aproximadamente o hasta que las patatas estén tiernas y la parte de arriba dorada.
Jolín, qué ganas de patatas me han entrado de pronto...
ResponderEliminarMira pues me ha encantado, para acompañar hangurguesa como tu, pollo.....y salir de las patatas fritas (que particularmente no me gustan, porque me cuesta mucho digerirlas.....)
ResponderEliminarbesos
Vaya guarnición. Tienen que estar de vicio. Que buenas!!
ResponderEliminarUn beso
ay qué recuerdos.... Lyon está cerca del Dauphiné, en una de nuestras rutas alpinas terminamos en una gite d'etape en donde cenamos un gratin fabuloso....
ResponderEliminarYo lo preparo con creme fraiche, queda un poco más ligero pero igual de bueno.
Que rico, me encantan las papas en todas sus formas. El rosti de papas lo preparo seguido, le pongo un poco de cebolla y perejil además de la papa rallada. Tu dauphinois se ve exquisito.
ResponderEliminarUn beso
ja, ja, ja... el hambre y los años siempre le ponen a la comida -y a todo- una pátina indefinible e inigualable... ríndete aquellas que aprendieron nuestros nombres, ésas ¡no volverán!
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarMiriam, eso sí que es un cumplido, gracias! :)
Nuria, es una manera estupenda de variar, aunque tampoco es que sea muy ligero, pero merece la pena.
Anita, muchas gracias!
Ajonjolí, es estupendo cuando la comida se convierte en un recuerdo de un viaje o algo así. Tengo muchas ganas de probar lo de la creme fraiche, aunque nunca se me había ocurrido para esto, tengo que hacerlo!
Sol, muchas gracias. El rosti no me acaba de salir bien porque se queda siempre blando por dentro, creo que porque la patata la dejo demasiado cortada y suelta agua, pero poco a poco lo conseguiré.
Audaciosus, tienes toda la razón, aunque a veces vuelves a probar esos platos "míticos" y conservan todo su valor: a mi me pasa con gran parte de la cocina portuguesa, que es la de mis vacaciones de la infancia.
B*
Es lo que tienen los recuerdos... quedan difuminados por la niebla de los años y reviven en un plato:)
ResponderEliminarBuenísimas las patatas tengo que animarme con ellas porque seguro que en casa arrasan.
Acabo de descubrir tu blog de la mano de Audaciosus y con permiso me quedo un rato trasteando en la cocina.
Raquel de TratadeCocinaR
Hola Raquel! Pues bienvenida y muchas gracias por la visita y tu comentario, tu blog es realmente espectacular!
ResponderEliminarB*