Después de los homenajes gastronómicos del verano, sólo me apetecen cosas sencillas y ligeras, que ya llegará el otoño con sus guisotes y potajes. Empiezo la semana preparando una cremita templada de setas y patata, nada más fácil de preparar, y una manera muy rica de tomar una buena cantidad de verdura:
Se rehogan en un poco de aceite el puerro picado y la patata cortada en rodajas; se añade el caldo o agua hasta que cubra holgadamente la verdura, se sala y se deja hervir a fuego medio durante unos 20 minutos más o menos. Se echan entonces las setas limpias y cortadas en trozos grandes, y se deja hervir unos 10 minutos más, o hasta que la patata y las setas se hayan hecho del todo. Se retira del fuego, se bate y se pasa por el pasapurés o el chino para eliminar las fibras que hayan quedado del puerro. Por último, se corrige de sal y pimienta. Una vez emplatado se puede adornar con un chorrito de nata, o también con cebollino, lascas de parmesano, etc. Yo hoy he optado por reservar un par de setas y saltearlas a fuego fuerte para ponerlas por encima.
Como estas cremas van muy bien con los quesos secos pero no tenía parmesano, he abierto para acompañar un pequeño queso de oveja que traje de Portugal; son muy típicos allí como aperitivo, curados o semicurados, con pimentón... siempre cortados en rodajas finas, como en la foto:
Cómo echo de menos un sitio en Madrid donde encontrar estas cosas con facilidad; en Barcelona tienen más suerte y cuentan con "A casa portuguesa". Hasta que aparezca algo así por aquí, tendremos que seguir cruzando de vez en cuando la frontera para encontrarlas :)
Ñam! Pues a mí me apetece para cuando empiece a hacer un poco de fresquillo...
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